Los Alcázares en el Mar Menor, Murcia, Costa Cálida, España
De niño mis abuelos me llevaron a pasar un verano a La Manga. Tengo bonitos recuerdos de mí corriendo por playas interminables recogiendo todo tipo de conchas y caracoles en las dunas del Mar Menor, que ya no existen). Había una chica de mi edad con un hermano mayor que vivía en la casa de al lado. Una noche vimos la película “Encuentros Cercanos del Tercer Tipo” y creo que fue entonces cuando encontré mi pasión por la ciencia ficción. Me pasé el resto de la noche mirando al cielo por si venían extraterrestres. Volví a Madrid y años después, cuando me mudé a Cartagena, recordé aquellos tiempos. Quizá fuera por el verano o porque todo con mis abuelos era especial, pero siempre preferí La Manga al Mediterráneo con su masificación y su sinsentido urbano.
La Manga del Mar Menor en España Vacaciones Viaje Video Guía
Después de leer algunas otras críticas antes de nuestro viaje, tenía miedo, pero el hotel es genial. Está limpio, todo en la habitación funcionaba y era bonito, la cocina estaba bien equipada. Era realmente cómodo. El hotel no es ruidoso, como está escrito en algunos comentarios, el personal es muy amable y servicial, pero la ubicación es la mejor. Está justo en la playa, a la “playa interior” hay unos 200 m. En el hotel hay piscina exterior, minigolf, gimnasio y parque infantil, todo gratis. La tienda está cerca, así como algunos restaurantes. También probamos la comida del hotel y también estaba muy buena. Se puede utilizar el autobús para ir y volver en La Manga (línea 15) y es barato – 1,15 eur por persona, pero el conductor no acepta tarjetas.
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La Manga del Mar Menor es uno de los principales destinos turísticos nacionales e internacionales. En sus 22 km de longitud, alberga decenas de playas y calas donde disfrutar de unas tranquilas vacaciones en familia. Pero hay mucho más que ver y hacer en La Manga del Mar Menor y sus alrededores. Descubra en las siguientes líneas algunas de las curiosidades de este particular accidente geográfico y tome nota de todos los planes que le ofrece La Manga.
Antes de adentrarnos en la lista de cosas que hacer en La Manga del Mar Menor, hagamos un recorrido histórico por sus orígenes y su crecimiento como destino turístico. La Manga del Mar Menor tal y como la conocemos hoy se creó en el siglo XVII. En aquella época, las corrientes marinas depositaban las arenas que transportaban sobre una formación volcánica o barra. Esta lengua o brazo de arena acumulada separaba la laguna litoral (Mar Menor) del Mar Mediterráneo en casi toda su longitud y dio origen a la actual Manga del Mar Menor.
La barra arenosa tiene una longitud aproximada de 22 kilómetros y una anchura que varía entre los 100 y los 1.200 metros. A lo largo de los más de veinte kilómetros de La Manga hay 5 pasos donde se juntan las aguas de los dos mares. Estos pasos se denominan golas y se llaman Marchamalo, El Estacio, El Charco, La Torre y El Ventorrillo.
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Gran laguna, Pequeño mar, a lo largo de la historia, el llamado Mar Menor ha tenido diferentes nombres, todos ellos coincidentes en la descripción de un fenómeno que la naturaleza diseñó como un gran lago costero (en origen, una bahía abierta) de 170 km2 de cálidas aguas saladas.
Desde tiempos remotos, la riqueza de sus aguas, la bondad del clima y la belleza de la zona en su conjunto atrajeron a muchos pueblos. Los íberos y fenicios y, más tarde, los árabes tienen parte en la historia del Mar Menor. En la época musulmana, era conocido como el Mar Chico, y el lugar conocido hoy como Los Alcázares (del árabe Al-Ksar, traducido literalmente como “lugar de residencia”) fue elegido para sus casas de recreo. Las continuas escaramuzas con piratas procedentes de Argelia llevaron a la necesidad de construir torres de vigilancia, algunas de las cuales se conservan en la actualidad, como la de El Ramé o Rami. Hasta el siglo XVIII, la zona estaba ocupada únicamente por habitantes dedicados a la pesca y a la explotación de las salinas. A partir del siglo XIX, estos núcleos se fueron convirtiendo en centros de recreo y esparcimiento para los habitantes de La Huerta, que establecieron su residencia de verano junto a la costa, atraídos principalmente por las propiedades curativas de sus aguas salobres.
